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Tu hija se prepara para un acto de danza de la escuela, o tu hijo estudia mucho para el Spelling Bee. Llega el gran día, y todo sale “mal”… ella se cae, o él no recuerda cómo deletrear “theater”.
Los chicos suelen frustrarse fácilmente ante situaciones que para ellos son “muy graves”, y parte de enseñarles una buena actitud ante las mismas, es respetar y honrar ese momento de tristeza, desánimo o incomodidad. Sin embargo, allí no paramos.
Como padres, tenemos una gran oportunidad de inculcar habilidades de inteligencia emocional a nuestros pequeños. Aquí te compartimos algunas ideas que pueden ayudarte:
Inspirar con tu ejemplo
¡Sé un ejemplo para ellos!. Si vives tu vida desde el amor, y encuentras las cosas positivas y las enseñanzas que vienen detrás de las caídas y los contratiempos de tu vida, ellos no tardarán en emular tu conducta.
Ofrecer comprensión y perspectiva
Es válido sentirse triste cuando las cosas no salen como se espera. Sentirse comprendido es clave para conectar, y así abrirse a los sabios consejos de mamá.
Ponerle una chispa de humor
El humor y el positivismo están muy relacionados. Una vez pasado el momento de la frustración, puedes añadir un toque de humor. La risa ayuda a eliminar el estrés, aliviar el sufrimiento y descargar tensiones. Además, ayuda al fortalecimiento de la autoestima.
Siempre recordarles que “hay una próxima oportunidad”
Motivarlos con ejemplos de otros chicos
Ver a otros niños hablar de cosas positivas los hará sentirse motivados e inspirados. Visita www.VMLNoticias.com para encontrar historias inspiradoras, ¡narradas por niños de diferentes edades!
Muchos expertos opinan que los niños que tienden a involucrarse en la superación personal a una edad más temprana, experimentan una inteligencia emocional y autoestima más elevada a medida que van creciendo.