
Este artículo es parte de una colaboración patrocinada con Latina Moms y FeverAll®.
¿Abrumada porque tu hijo está enfermo y debes trabajar? Todos los padres pasan por estos momentos de estrés y preocupación; no estás sola. Es normal que nuestros hijos se enfermen en algún momento, especialmente cuando no podemos anticipar las epidemias de virus.
Compaginar las exigencias de tu horario de trabajo con este tipo de emergencias puede ser una lucha, pero hay algunas medidas que puedes tomar para afrontar estas situaciones sin entrar en pánico.
Abastece tu botiquín con los productos adecuados
Siempre es bueno tener tu botiquín abastecido con los mejores productos para que, cuando tu bebé o niño esté enfermo, estés preparada y te evites viajes a la tienda. FeverAll® Infants’ Strength Acetaminophen, por ejemplo, es la única marca de acetaminofén disponible con instrucciones de dosificación para niños de hasta seis meses de edad.

FeverAll® no contiene parabenos, jarabe de maíz de alta fructosa, colorantes artificiales ni conservantes. Además, en las ocasiones en las que un niño no puede -o no quiere- tomar la medicación por vía oral, FeverAll® garantiza una dosificación precisa y evita la preocupante administración parcial debido a derrames o escupitajos de la medicación líquida. Encuentra los supositorios FeverAll® Infants’ Strength en CVS, Target, Walgreens y Walmart a través de sus sitios web o en las tiendas.
Manten a tu hijo en casa
Cuando tu hijo se sienta mal y tenga fiebre, lo mejor es mantenerlo en casa para que descanse; no sólo por el bien de tu hijo sino por el de otros niños con los que pueda estar en contacto en la escuela o la guardería.
Comunícate con tu equipo de trabajo
Esta es una medida que puedes tomar para prepararte para estas situaciones con antelación. Consulta con tu jefe los posibles días en que tú o tus hijos estéis enfermos y tengáis que ausentaros del trabajo durante un día o unas horas.
Dividir las tareas del día en equipo en casa
Lo ideal es intentar repartir el cuidado de los niños entre ambos padres por la mañana y por la tarde, de modo que mientras uno de ellos trabaja, el otro se queda en casa. Esta opción permite que ambos progenitores sigan cumpliendo con sus compromisos laborales y cuidando del niño.
Tener un sistema de apoyo
Cuando dividir las tareas no es posible, y el trabajo no es tan flexible con estos temas, es entonces cuando se puede recurrir a la ayuda de una niñera o de una red de apoyo. El cuidado de los niños es una prioridad, y una buena niñera, los amigos o los familiares pueden proporcionar mucho alivio cuando no es posible que los padres estén presentes.